domingo, 16 de febrero de 2020

A veces estoy

28 de marzo de 2017. Sentado en el fondo de casa mirando hacia la constelación de Orión, cercana a la Luna de esa noche y pensando: "tendrá frío?", "se sentirá sola?", "Por qué no puedo hacer nada para cambiar todo esto?". Llega mí madre y se sienta al lado mío. Estamos solos en casa agotados de estar tristes. En silencio. Una vez leí por ahí "uno no sabe lo que es el alma hasta que le duele" y tiene razón. Cuando tenés el alma partida estás cansado pero no te sale descansar. Tenés ganas de llorar pero a veces no podes. Querés olvidar pero la mente es un desfile de recuerdos y pensamientos terroríficos como los que me asediaban esa noche, mientras pensaba que esa luna que me miraba indiferente, en algún lado, a unos kilómetros alumbraba a esa tumba que me dolía hasta en los huesos...

Cansado

 Hoy estoy especialmente triste, desganado, desmotivado y sin ganas de luchar más. Todo parece llevar al mismo lugar de frustración.  Antes ...